La Caleta, Boca Chica. Era un martes del mes de noviembre cuando el LISTÍN DIARIO hacía un recorrido por el Parque Cibernético de Santo Domingo (PCSD), ubicado en Boca Chica, para conocer qué tanto está impactando este centro con la formación de jóvenes amantes de áreas como robótica, inteligencia artificial, sistemas, manufactura automatizada, multimedia, sonido y ciberseguridad.
Al acceder al laboratorio de molde, donde se imparten las materias de mecánica básica y manufactura, rodeada de hombres, Abigail Artiles llamaba la atención con una gorra y su bata de práctica color azul. Mostraba seguridad y hablaba con propiedad. Al parecer no se sentía intimidada por estudiar mecatrónica, mucho menos por las robustas máquinas que rodean el aula que invitan a cualquiera a pensar que esta carrera técnica pertenece solo al género masculino.
No fue tímida para contar su sueño: hacer prótesis médicas. Ahí nació su amor por la mecánica, la programación, la electrónica y la electricidad, carreras que al combinarlas le permitirán a esta joven de 18 años y con cuatro cuatrimestres en el Instituto Tecnológico de Las Américas (ITLA) desarrollarse como ella espera en la biomedicina. Vive en una residencia estudiantil que hay en el Parque Cibernético. Antes vivía con sus padres en la avenida Jacobo Majluta y tenía materias hasta las 10:00 de la noche. Se iba en el transporte que facilita el instituto a sus alumnos, el cual la dejaba en Villa Mella y desde ahí (a las 10:30 de la noche) se transportaba en una guagua pública a su casa. Esto era un peligro para ella. Ahora prefiere pagar RD$2,500 para dormir en la entidad y sus comidas las compra en un comedor económico que hay allí.
Cuando comentó que visita a sus padres los fines de semana, por curiosidad se le preguntó qué pensaban sus progenitores de que estudie mecatrónica. Ella contestó: “Es poco común, pero a mi papá le encantó la idea porque es una carrera del futuro”.
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