Antes de fallecer, el artista había preguntado en una publicación “¿Cuál será mi propósito en la vida?” y queremos que los jóvenes reflexionen en este asunto. La juventud es fuego y si no se maneja con prudencia, puede acabar de repente, sea en un carro caro o económico, un motor o una pasola.
Kitah era un artista desconocido para muchos, hoy lamentablemente ya es conocido por el país completo, pero a un muy alto precio. Que esta lamentable experiencia deje algo que aprender a los jóvenes. Trabajen duro y disfruten de su trabajo, pero también mantengan la calma y su cabeza fría y sobre todo mucha prudencia para cada movimiento en la vida.
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