Santo Domingo. El cuerpo de Manuel Esteban Rosario Ramírez, un empleado contratista, fue la séptima víctima sacada ayer de los escombros tras la explosión ocurrida en la empresa Polyplas, ubicada en la calle Aníbal de Espinoza del sector Villas Agrícolas, Distrito Nacional.
Fausta Ramírez, su madre, y otros familiares no podían contener el llanto de confirmar lo que tanto temían.
Y es que durante tres días los parientes del occiso no se movieron ni un momento de la zona del desastre, a sabiendas de las pocas esperanzas que tenían de encontrar a Manuel Esteban con vida.
Hasta el momento se contabilizan siete víctimas mortales y más de un centenar de heridos por la tragedia.
Los otros fallecidos que han sido identificados son Claudio Hernández Jiménez, de 46 años; Julio Salazar Mejía, de 49; Ronny Vargas Féliz, de 31, y José Alberto Encarnación Arias, de 44 años, cuyos cuerpos luego de finalizado el procedimiento fueron entregados a sus familiares.
Dos cadáveres todavía no han sido identificados porque están irreconocibles; sin embargo, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) se encuentra trabajando en el proceso científico para poder identificarlos.
Rosa Melia Núñez y Altagracia Garabito son las únicas dos personas que al momento de la explosión estaban en la fábrica Polyplas y no han sido identificadas.
El pasado miércoles, la empresa Polyplas explotó tras una fuga de gas en una de sus tuberías; según un informe preliminar de los organismos preventivos.
El director de Asuntos Corporativos de Polyplas, Álvaro Sousa, había informado de que 288 personas laboraban en Polyplas en el turno de la mañana, cuando ocurrió la explosión.
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