Una pequeña manita que se aferra a la vida, y la historia de una madre que pasó 21 días sin poder abrazar a su recién nacida resumen la historia de Alexa, la primera bebita que contrajo el coronavirus en el vientre de su madre y lo venció.
Era la mañana del 30 de abril cuando Wendy fue a un hospital de Dallas Texas, para un chequeo de rutina. Tenía 34 semanas de embarazo, le faltaban 5 para el termino pero el diagnostico del virus lo cambió todo. Fue cuando entonces dejaron hospitalizada a Wendy y a los días nació su bebé.
El protocolo médico por ser una bebé prematura y por el virus se puso en marcha. El protocolo es separar lo más rápido posible al bebé de la madre si esta tiene síntomas del Covid-19. Sin embargo, los doctores descubrieron también que la pequeña estaba infectada del virus, y para saber si el contagio fue antes o después de su nacimiento decidieron hacer exámenes mas rigurosos.
Un equipo de patólogos expertos del hospital donde nació Alexa, hicieron un estudio profundo de la placenta y entonces dentro de esta habían partículas del virus. Así lejos de su madre que ya había sido dada de alta y con los cuidados del personal médico, la bebita enfrentó al virus.
Una cunita vacía y el corazón partido de una madre que rezaba a diario por la recuperación de su hijita fueron una imagen constante en la casa de Wendy. Afortunadamente Alexa se recuperó y a los 21 días le fue entregada a su madre.
Hoy ella es la alegría y la bendición más grande de esta familia dice Wendy, quien tiene u consejo para las futuras madres y es: “Que se cuiden y que se protejan porque eso no es fácil”.
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