Las hoy occisas respondían a los nombres de Aracelis Manzueta Santiago, de 36 años, y Vanesa Antigua Mejía, de 25 años, quienes fueron abatidas supuestamente por un capitán retirado de la Policía Nacional, al cuál identificaron como Ramón Araujo.
El hombre que resultó herido fue identificado como José Manuel Ureña.
Las fenecidas, junto lesionado, fueron llevados a la Clínica Cruz Jiminián, a donde llegó una multitud a exigir que se le diera atención rápida a José Manuel Ureña.
“Estábamos en una causa en la Fiscalía, ya que una de las occisas tenía su hija presa y ella ganó la causa a la hija del agresor y por eso él se ensañó contra de la fallecida”, dijo llorando Anita Pérez, prima de José Ureña.
Todo habría empezado con una altercado entre niños, en la cual luego se involucraron los vecinos adultos y el hecho fue a parar hasta los tribunales.
Este habría ingresado a la vivienda de las occisas y sin mediar palabras empezó a disparal contra las tres personas que se encontraban en el lugar.
La información sobre el traslado de los cuerpos sin vida la confirmó el doctor Antonio Cruz Jiminián, quien aclaró que el suceso no se llevó a cabo en ese centro de salud, pero sí dijo que una de ellas era enfermera en su clínica.
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