La casa se detuvo en el tiempo mire la imagenes para que vea de que hablo.

Una fría mañana, mientras daba un paseo junto a un amigo por un bosque localizado a las afueras de la ciudad de Exerton, en Inglaterra, Richard Walden, un inglés de 55 años se topó con una vieja cabaña abandonada en medio de la naturaleza.


Pasó décadas escondida de los seres humanos, dañándose, confundida con todo el matorral que cubre la zona, de hecho, fue un descubrimiento absolutamente inaudito e imprevisto. Desolada como estaba, aún conservaba la ventana de la cocina abierta, por lo que Walden y su acompañante de ese día decidieron entrar a investigarla.

En las fotos tomadas por ambos hombres se notan los rigores del tiempo en la edificación. Envuelta en polvo y telas de araña por todas partes, objetos volteados, algunos recipientes y su contenido desparramados por el suelo y las paredes, cubiertas de moho. Pasa a la PÁGINA SIGUIENTE para que veas todas las fotos:




De hecho, una de las fotos muestra latas de salsas y condimentos, como ketchup y mostaza, frascos, platos, comida enlatada y hasta una botella de vino a medio terminar, entre otros objetos.

Pero ademas Walden aseguró que en el interior de la casucha se hallaba también un pequeño oso de peluche puesto sobre una silla, así como algunas fotografías familiares rodeadas de muchos libros.




Por otra parte, recordó haber visto un reloj, y le llamó mucho la atención el hecho de que algunos artículos personales y los anteojos de la presunta dama todavía estaban en la mesita de luz, al lado de la cama.

Por otro lado, Walden destacó la sensación que le produjo haber entrado al hogar detenido en el tiempo. Fue como haber visitado el pasado en cuestión de minutos. Aún el hombre y su amigo se preguntan cómo fue retirado el cuerpo al fallecer, y por quién, ya que, quien lo hubiera hecho no tuvo ni siquiera la cortesía de limpiar el triste y enmohecido lugar.




¿Cómo puede dejarse que toda la vida de alguien se pudra, sin que nadie se interese? ¿Es posible tanta indolencia? Es algo verdaderamente triste para cualquiera, independientemente de a quien sea que haya pertenecido esta vieja cabaña abandonada en medio del bosque y la maleza.